La administración de Donald Trump ha ordenado a los consulados de Estados Unidos negar visas a atletas transgénero que intenten ingresar al país para competencias deportivas. Según la directriz, los funcionarios pueden rechazar solicitudes si encuentran una «sospecha razonable» sobre la identidad de género del solicitante.
Además, la medida prohíbe la emisión de visas permanentes a personas que hayan marcado una casilla de sexo diferente a la asignada al nacer en su solicitud de visado. La nueva norma, firmada por el secretario de Estado, Marco Rubio, busca hacer cumplir la orden ejecutiva de Trump del 5 de febrero, que prohíbe la participación de mujeres trans en competencias deportivas femeninas.
«Solo expediremos visados para EE.UU. con un marcador de sexo masculino o femenino que coincida con el sexo biológico del solicitante», afirmó Rubio. De esta manera, cualquier persona cuya identidad de género no corresponda con su sexo biológico podrá ser excluida del proceso de visado.
El memorando establece que la normativa se aplica principalmente a deportistas, pero otorga a los funcionarios la facultad de denegar el acceso a cualquier solicitante cuya identidad de género genere dudas. Varias organizaciones LGTBI han expresado su preocupación de que esta política pueda extenderse a toda la comunidad trans, restringiendo su entrada al país.
Esta decisión se suma a otras medidas recientes adoptadas por la administración Trump en relación con los derechos de las personas trans. Hace unas semanas, el Departamento de Estado suspendió la emisión de pasaportes con la opción de género ‘X’, eliminando así la política instaurada durante la administración de Joe Biden que permitía seleccionar un marcador de género no binario en los documentos de viaje.
Las organizaciones de derechos humanos han advertido que estas restricciones podrían tener un impacto significativo en la comunidad trans a nivel internacional, dificultando su participación en eventos deportivos y limitando su movilidad global. Mientras tanto, el gobierno de Trump continúa implementando políticas que refuerzan su postura en contra del reconocimiento de identidades de género no tradicionales.