El futbol peruano se enfrenta a un nuevo escándalo tras la detención de su máximo dirigente, Agustín Lozano, presidente de la Federación Peruana de Futbol, quien fue arrestado junto a otros siete colaboradores en una operación policial llevada a cabo este jueves. Lozano está bajo sospecha de formar parte de una presunta organización criminal dedicada a delitos graves como lavado de activos, fraude, extorsión, coacción y falsedad genérica, según las autoridades.
La detención se produce en el marco de una investigación encabezada por el fiscal coordinador contra el crimen organizado, Jorge Chávez-Cotrina, quien informó que la indagatoria lleva más de un año en curso. “Este es un caso complejo y la detención preventiva busca reducir el riesgo de obstaculización y fuga,” explicó Chávez-Cotrina en una entrevista con la radio local RPP, dejando claro que la prioridad es asegurar el proceso judicial y evitar que Lozano interfiera en la investigación.
La escena fue impactante: las televisoras locales captaron el momento en que Lozano era escoltado por la policía, esposado y visiblemente afectado, mientras era trasladado desde su domicilio hasta el vehículo policial. En un breve mensaje a la prensa, el dirigente intentó tranquilizar a sus allegados: “Esto se va a aclarar, solo quiero pedir tranquilidad a mi familia y a todas las personas que confían en mí,” declaró, en un intento de proyectar calma pese a la gravedad de los cargos que enfrenta.
La situación no es nueva para Lozano, quien ya había sido cuestionado por presuntos actos de corrupción en 2023, cuando la fiscalía pidió seis años de prisión en su contra por enriquecimiento ilícito, un delito que habría cometido durante su gestión como alcalde de Chongoyape entre 2011 y 2018. Este historial ensombrece aún más la imagen del dirigente, quien asumió la presidencia de la federación en 2018 tras la salida de su predecesor, Edwin Oviedo, también detenido y procesado por presuntos crímenes graves.
Este es el segundo caso en menos de una década en que un presidente de la Federación Peruana de Futbol enfrenta serias acusaciones que no solo afectan a su carrera, sino que también impactan la reputación del futbol peruano en su totalidad. La administración de Lozano, quien asumió el cargo con la promesa de restaurar la imagen de la federación, ahora parece estar marcada por controversias y acusaciones de corrupción.
Para los expertos, esta detención marca un momento crítico para el deporte en Perú. Según el analista deportivo Carlos Quintanilla, “la situación es delicada. El futbol peruano necesita líderes comprometidos y transparentes. Estas acusaciones, si son comprobadas, podrían significar un retroceso para la confianza de los aficionados y para el propio desarrollo del deporte en el país.»
La afición, que ya ha expresado su decepción a través de redes sociales, espera claridad sobre el futuro de la federación y se muestra preocupada por el impacto que esta investigación podría tener en la estructura del futbol peruano. Mientras tanto, las autoridades continúan avanzando en la investigación, buscando esclarecer si Lozano y sus colaboradores forman parte de una red criminal que va más allá de los intereses deportivos.