El mundo del fútbol y los seguidores del West Ham respiran aliviados: Michail Antonio, el carismático delantero de los ‘Hammers’, sobrevivió a un devastador accidente automovilístico el pasado 7 de diciembre. Su mensaje es claro: «Estoy agradecido por estar vivo».
A los 34 años, el internacional jamaiquino vio su vida dar un vuelco fuera de Londres. Un choque que dejó su vehículo destrozado y a Antonio enfrentando una cirugía por una fractura grave. La recuperación será larga, pero el optimismo de este guerrero es contagioso.
Julen Lopetegui, timonel del West Ham, no pudo ser más enfático: “Que Michail haya sobrevivido es un milagro”. En un gesto conmovedor, sus compañeros de equipo honraron su ausencia luciendo camisetas con su número 9 antes de un partido contra Wolverhampton. La prenda, firmada por el propio Antonio, se subastó para recaudar fondos destinados a las organizaciones que le salvaron la vida, logrando alrededor de 75 mil dólares.
El mensaje del delantero resonó con fuerza entre los aficionados y más allá: “Cada año me preguntan por qué estoy agradecido, pero este año lo sé con claridad. Estoy agradecido por estar vivo”. Este sentimiento de gratitud se extendió a todos los que lo asistieron: servicios de emergencia, personal hospitalario y la comunidad del West Ham.
Desde 2015, Antonio ha sido una pieza clave para los ‘Hammers’, acumulando más de 300 apariciones y dejando su huella tanto en la cancha como fuera de ella. Su ausencia en el terreno de juego se siente profundamente, pero su espíritu y resiliencia inspiran a una comunidad que lo espera con los brazos abiertos.
Mientras inicia su camino hacia la recuperación, Antonio promete volver: «Feliz Año Nuevo y pronto estaré de vuelta en ese campo». Su historia no solo es una lección de supervivencia, sino un recordatorio de que la vida puede cambiar en un instante, y cada día es una oportunidad para celebrar.