Mientras los focos de la Champions League iluminaban París, el mediocampista del Atlético de Madrid, Marcos Llorente, encendía otro tipo de luz en Valencia. Aprovechando una pausa obligada por una lesión muscular, Llorente dejó de lado los campos de juego y se lanzó a la acción solidaria. A primera hora de la madrugada del miércoles, el jugador partió con dos furgonetas cargadas con 400 hidrolavadoras, un equipo esencial para ayudar a los afectados por las devastadoras inundaciones que azotaron la región y que han dejado a cientos de familias en desesperación.
Las inundaciones, provocadas por el fenómeno meteorológico DANA, han dejado un saldo trágico en Valencia, con más de 200 muertes y miles de damnificados. En este contexto, la ayuda de Llorente no solo fue bienvenida, sino que llevó esperanza a los que luchan por recuperar sus hogares. Con un permiso especial del Atlético de Madrid, el futbolista organizó la entrega y transporte de las hidrolavadoras, herramientas esenciales para la limpieza de viviendas y espacios públicos que aún están llenos de lodo y escombros.
“Es imposible que en este caso te quedes aislado”, expresó Llorente en una entrevista con el portal Relevo. “Toda la gente se está involucrando una barbaridad y nosotros, los futbolistas, somos uno más poniendo nuestro granito de arena. Ahora iremos a ayudar en lo que podamos”. Llorente se mostró humilde, recordando que no estaba haciendo nada extraordinario, sino sumándose al esfuerzo colectivo que tantas personas han emprendido en Valencia.
La implicación de Llorente no solo fue física, sino también mediática. Dos días antes de su llegada a Valencia, el mediocampista compartió en sus redes sociales un mensaje que retumbó entre sus seguidores: “¿Por qué se han abandonado a los valencianos?”. La publicación, acompañada de imágenes del desastre, reflejaba una frustración palpable por la aparente falta de coordinación en los esfuerzos de ayuda. “Es algo que tenía dentro y que quería sacármelo. Ahí siempre publico lo que me ha dado la gana y el otro día igual”, explicó Llorente, quien no dudó en mostrar su descontento por la situación.
La realidad que Llorente describió es caótica. Según su testimonio, las redes sociales están llenas de videos de afectados a quienes se les niega el paso o la asistencia, y en las imágenes se percibe un desorden que dificulta la distribución de ayuda. “Desde fuera se ve como un caos. La gente sube videos a redes en los que les prohíben el paso, que no le recogen las cosas. Desde fuera se ve que es un caos en cuanto a organización porque por querer ayudar todo el mundo está queriendo ayudar”, afirmó el futbolista, quien espera que su intervención inspire a otros a involucrarse.
La iniciativa de Llorente ha sido aplaudida por sus seguidores y ciudadanos valencianos, quienes reconocen en él a un deportista que no solo defiende la camiseta de su equipo, sino también las causas que afectan a su país. Las 400 hidrolavadoras, cada una valorada en casi 490 dólares, son un símbolo de la empatía de un jugador dispuesto a sacrificar su tiempo y recursos para marcar la diferencia en una crisis.
Este acto de solidaridad de Marcos Llorente ha demostrado que el fútbol puede ir más allá del campo de juego. Con gestos como este, los deportistas se convierten en referentes no solo de éxito, sino de empatía y compromiso. En momentos difíciles, cada pequeña ayuda cuenta, y Llorente se ha ganado el respeto de quienes hoy encuentran en su apoyo un respiro y una luz en medio de la tragedia.