El Real Madrid encontró una chispa de resurgimiento en la Champions League al imponerse 3-2 al Atalanta en un partido vibrante y lleno de emociones. Sin embargo, lo que debió ser una noche redonda quedó empañada por la preocupante salida de Kylian Mbappé en el primer tiempo debido a una molestia en el tobillo. La victoria deja a los ‘merengues’ con nueve puntos y buenas opciones de seguir avanzando, pero la salud de su estrella francesa mantiene a la afición en vilo.
Desde el inicio, el Real Madrid demostró su intención de dominar y apagar cualquier esperanza del Atalanta. Kylian Mbappé, que ha sido clave desde su llegada al club, no tardó en dejar su huella en el marcador. Al minuto 10, con una combinación electrizante de velocidad y precisión, Mbappé envió el balón a las redes, poniendo a los ‘blancos’ por delante.
No obstante, la alegría pronto se transformó en angustia. Al minuto 34, el francés se desplomó sobre el césped y, con gestos de dolor, se llevó la mano al tobillo. La respiración colectiva del madridismo se detuvo. Rodrygo lo sustituyó, pero el daño emocional ya estaba hecho. La preocupación se instaló en el banquillo y en cada corazón madridista.
Con Mbappé fuera del terreno de juego, el Atalanta encontró un resquicio de esperanza. La recompensa llegó al filo del descanso. En el minuto 47, una falta de Aurélien Tchouaméni dentro del área derivó en un penalti que Charles De Ketelaere no desperdició. El empate a uno reavivó el aliento de los italianos y dejó abierta una segunda mitad que prometía emociones.
Los vestuarios devolvieron a un Real Madrid decidido a no perder el control. Vinícius Júnior, siempre dispuesto a asumir protagonismo, restauró la ventaja al minuto 50 con un disparo cruzado que fulminó al guardameta rival. No había tiempo para treguas: Jude Bellingham, con la tranquilidad de un veterano y el talento de un genio, amplió la diferencia al minuto 59 tras una jugada individual que dejó boquiabiertos a propios y extraños.
Pero el Atalanta, fiel a su espíritu combativo, no dio por perdida la batalla. Ademola Lookman, desde el punto penal al minuto 65, volvió a encender el suspenso con el 2-3. El Gewiss Stadium se transformó en una olla de presión, cada minuto se sintió como una eternidad para los blancos.
El silbatazo final certificó una victoria vital para el Real Madrid, que se mantiene en la pelea por los dieciseisavos de final con nueve puntos. Pero, a pesar del triunfo, la incertidumbre por la salud de Mbappé persiste. «Fue un susto, pero confiamos en que no sea algo grave», comentó Carlo Ancelotti al final del encuentro. Por su parte, el Atalanta se estancó en 11 unidades y dejó escapar la oportunidad de asegurar su pase a la siguiente ronda. La competición sigue abierta, pero el Real Madrid vuelve a demostrar por qué su historia está hecha de noches sufridas y gloriosas.
La afición blanca celebra el triunfo, pero su corazón late con inquietud. «Ahora necesitamos que Kylian se recupere pronto; es clave para lo que viene», afirmó Vinícius Júnior. En el horizonte, los retos se intensifican y el Real Madrid necesita a su estrella francesa en plenitud.