Jannik Sinner, el tenista italiano de tan solo 23 años, ha consolidado su posición como número uno del mundo al coronarse bicampeón del Abierto de Australia. En la final del torneo, disputada en el prestigioso Rod Laver Arena, Sinner derrotó de manera contundente al alemán Alexander Zverev, número dos del ranking, con un marcador de 6-3, 7-6(4), 6-3. Este logro confirma su dominio absoluto en el circuito y lo sitúa como el mejor tenista de su generación.
Sinner no enfrentó un solo punto de quiebre durante el partido, desplegando un juego impecable que frustró a Zverev desde el inicio. Con esta victoria, Sinner se convierte en el hombre más joven en ganar el Abierto de Australia en dos años consecutivos desde Jim Courier en 1992-1993. Además, su récord en finales de Grand Slam es perfecto: tres victorias en tres apariciones.
El ascenso de Sinner ha sido meteórico. Desde que alcanzó el puesto número uno en junio del año pasado, no ha soltado el trono, y su superioridad en la cancha es indiscutible. En los últimos 12 meses, ha ganado tres de los cinco torneos más importantes del circuito, incluyendo el Abierto de Estados Unidos, acumulando un impresionante récord de 80 victorias y solo seis derrotas. Actualmente, mantiene una racha invicta de 21 partidos.
Sin embargo, su carrera no ha estado exenta de desafíos. En marzo del año pasado, Sinner dio positivo por una mínima cantidad de un esteroide anabólico. Alegó que se trató de una exposición accidental causada por dos miembros de su equipo, quienes fueron despedidos tras el incidente. Aunque fue exonerado en agosto, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha apelado esta decisión, y se espera una audiencia en abril.
Por otro lado, Zverev, su oponente en la final, continúa sin lograr títulos en las grandes citas. Esta fue su tercera derrota en una final de Grand Slam, sumándose a las caídas en el Abierto de Estados Unidos 2020 y el Abierto de Francia 2024. A diferencia de esas finales, que se extendieron a cinco sets, el partido contra Sinner fue menos disputado, dejando en claro la brecha entre ambos jugadores.
Jannik Sinner no solo ha conquistado títulos, sino también el respeto y la admiración del mundo del tenis. Su talento, disciplina y resiliencia lo han convertido en un referente, y todo indica que seguirá marcando una era en el deporte.