El circuito de Imola, reconocido por su historia y velocidad, vivió un episodio atípico que sorprendió a todos durante la primera sesión de entrenamientos libres del Gran Premio de Emilia Romagna. Pierre Gasly, piloto de la escudería Alpine, protagonizó un inusual y desafortunado incidente al impactar con un animal silvestre que irrumpió inesperadamente en la pista.
Mientras se aproximaba a una de las chicanes del trazado italiano, el francés se encontró sin margen de reacción ante la súbita aparición de un conejo. La colisión fue inevitable. “¡Dios mío, atropellé a un animal!”, exclamó Gasly por la radio del equipo, consternado tras el golpe. El impacto resultó fatal para el pequeño mamífero y costoso para el monoplaza A525.
El equipo Alpine confirmó daños considerables en el alerón delantero y el fondo plano del coche, dos componentes fundamentales para el rendimiento aerodinámico y la estabilidad del vehículo. La sesión de entrenamientos tuvo que ser interrumpida momentáneamente, y Gasly regresó a boxes para la evaluación técnica.
Los ingenieros de Alpine trabajaron intensamente para dejar el monoplaza en condiciones óptimas, logrando que el piloto volviera a pista en la segunda sesión con un rendimiento competitivo. El incidente no afectó el programa general del Gran Premio, pero sí obligó a las autoridades del circuito a reforzar las medidas de seguridad para evitar el acceso de fauna silvestre a zonas de alto riesgo.
Gasly calificó el suceso como “muy desafortunado” y explicó que no tuvo oportunidad de esquivar al animal. A pesar del contratiempo, se mostró satisfecho con la pronta respuesta del equipo técnico, que permitió su regreso a la pista sin mayores consecuencias mecánicas.
En el paddock, el tema no pasó desapercibido. Pilotos, ingenieros y directivos comentaron con asombro la situación, subrayando la rareza de este tipo de accidentes en la Fórmula 1. Algunos recordaron otros eventos similares en la historia del automovilismo, donde animales se han cruzado inesperadamente durante sesiones oficiales, con resultados variables.
El Gran Premio de Emilia Romagna continuó con normalidad, y Gasly, ya con el coche en condiciones, logró un tiempo competitivo que le permitió mantenerse en la pelea durante las prácticas. Mientras tanto, la organización del evento activó protocolos adicionales para garantizar que el trazado permanezca libre de cualquier riesgo relacionado con la fauna local.
El deporte motor, con toda su precisión milimétrica y controles extremos, aún encuentra espacio para lo inesperado. Esta vez, un conejo se robó parte de la atención en una jornada que combinó velocidad, emoción y un momento fuera de todo guion.