El Gran Premio de Italia 2024 en Monza no solo ofreció emocionantes carreras, sino que también estableció un nuevo precedente en la Fórmula 1. Kevin Magnussen, piloto de Haas, se convirtió en el primero en ser suspendido por acumular 12 puntos de penalización en su superlicencia, después de un incidente en la variante Della Roggia que involucró a Pierre Gasly.
Durante la carrera, Magnussen intentó adelantar a Gasly en la cuarta curva, pero bloqueó los frenos, colisionando con el Alpine del francés. Aunque ambos continuaron en la competencia, los comisarios consideraron a Magnussen totalmente responsable, agregándole dos puntos de penalización a su superlicencia, alcanzando así el límite de 12 puntos, lo que resultó en una suspensión automática para la próxima carrera.
Magnussen expresó su sorpresa por la sanción, defendiendo que el incidente no había causado daños significativos. Por su parte, Gasly mostró deportividad al intentar interceder en favor de su colega, señalando que el incidente no fue grave y que planeaba hablar con los comisarios para revocar la sanción.
Esta situación marca un hito en la Fórmula 1, ya que es la primera vez que un piloto es suspendido bajo el sistema de puntos de la superlicencia, que se implementó años después de la suspensión de Romain Grosjean en 2012. Con la suspensión de Magnussen, Haas enfrentará un desafío en el próximo Gran Premio de Azerbaiyán, donde es probable que el piloto estadounidense Oliver Bearman tome su lugar.
La suspensión llega en un momento crucial, ya que 2024 es el último año de Magnussen con Haas, escudería a la que ha aportado significativamente desde su llegada en 2017. Este incidente no solo subraya los riesgos de la F1, sino también la importancia del equilibrio entre agresividad y control en la pista. Haas, ahora sin su piloto más experimentado, deberá adaptarse y buscar nuevas oportunidades de crecimiento.