El Gran Premio de Mónaco, conocido por su glamour y tradición, ha sido criticado en los últimos años por la falta de acción emocionante en la pista. Este año no fue la excepción, y la carrera se convirtió en un trámite sin sorpresas. A medida que los coches de la Fórmula 1 se han vuelto más grandes y pesados, las estrechas calles del principado ya no pueden ofrecer la emocionante acción rueda a rueda que alguna vez caracterizó a este evento.
Se ha discutido mucho sobre la necesidad de modificar el trazado del circuito para mejorar las oportunidades de adelantamiento. Entre las propuestas más destacadas se encuentra la posibilidad de hacer más ancha y afilada la Nouvelle Chicane, o incluso introducir nuevas curvas. Otra idea discutida es cambiar la ruta en Portier para incluir una recta larga con una zona DRS, que podría facilitar los adelantamientos.
Christian Horner, director de la escudería Red Bull, ha expresado su apoyo a la revisión del trazado: «Mónaco sigue ganando terreno, así que creo que es algo que tanto nosotros como la Fórmula 1 deberíamos estudiar, porque es un lugar magnífico», comentó Horner. «Aquí hay mucha historia, pero todo evoluciona. Creo que ahora los coches son muy grandes. Si los comparas con los coches de hace 10 años, son casi el doble de grandes, así que es algo que tenemos que mirar colectivamente».
Sin embargo, realizar cambios drásticos en el trazado sería extremadamente costoso y no garantizaría mejoras significativas en las carreras. En lugar de eso, la solución más directa y lógica podría ser un ajuste en la estrategia de neumáticos.
George Russell, piloto de Mercedes, ha sugerido que utilizar únicamente neumáticos blandos durante todo el fin de semana podría transformar la dinámica de la carrera. «Creo que si sólo lleváramos neumáticos blandos, un neumático blando no duraría toda la carrera. E incluso puede que haya que hacer dos paradas. Alguien podría intentar una sola parada. Creo que hacer todo el fin de semana con blandos solucionaría muchos problemas», explicó Russell.
La implementación de una estrategia que obligue a los equipos a usar solo neumáticos blandos ofrecería varias ventajas. En primer lugar, obligaría a los equipos a adoptar diferentes estrategias, ya que los neumáticos blandos se desgastan más rápido y no podrían durar toda la carrera. Esto abriría la posibilidad de múltiples paradas en boxes, aumentando la variedad estratégica y las oportunidades de adelantamiento.
Además, esta medida no requeriría grandes inversiones en infraestructura ni cambios complejos en el trazado. Bastaría con una votación en el Comité Asesor Deportivo y la Comisión de la F1 para introducir una regla específica para Mónaco. El Reglamento Deportivo de la F1 ya permite que esta carrera sea más corta (260 km en lugar de los 305 km estándar), por lo que no sería difícil agregar una cláusula que estipule el uso exclusivo de neumáticos blandos.
Max Verstappen, campeón mundial, ha mostrado apertura a probar nuevas soluciones: «En general, el fin de semana es realmente genial, sólo el domingo es un poco aburrido por desgracia. Pero el escenario sigue siendo genial. Si podemos encontrar una manera de correr un poco mejor, ¿por qué no? Esa sería mi solución preferida», afirmó.
La implementación de esta sencilla reforma podría revitalizar el Gran Premio de Mónaco, devolviendo la emoción y la incertidumbre a una de las carreras más icónicas de la Fórmula 1. Con un enfoque en la estrategia de neumáticos blandos, los equipos se verían obligados a ser más creativos y agresivos, lo que resultaría en un espectáculo más atractivo para los aficionados y mantendría viva la magia de Mónaco.