El legendario boxeador ‘Iron Mike’ Tyson está seguro de su atractivo comercial y cree ser objeto de envidia para otros deportistas. Tyson se prepara para enfrentar a Jake Paul el 20 de julio en el estadio AT&T en Arlington, Texas, un evento que será transmitido por Netflix.
Aunque aún no se ha confirmado si será una exhibición o una pelea profesional con registro oficial, el fervor continúa creciendo gracias a las declaraciones de ambos contendientes y a los vídeos de entrenamiento compartidos por Tyson.
A pesar de sus 57 años (pronto 58), Tyson parece mantener una notable potencia física, aunque queda por ver cómo responderá a los golpes y la resistencia en el combate real. Jake Paul, de 27 años, muestra confianza, afirmando que las probabilidades están al 50/50 y destacando su juventud, velocidad y agudeza.
Tyson, en una reciente entrevista, admitió sentir «miedo» antes del enfrentamiento, pero también aseguró que la adversidad y el nerviosismo siempre lo han impulsado al éxito.
Sin embargo, más allá del aspecto deportivo, Tyson reconoce su papel comercial en el evento. En declaraciones a Reuters, afirmó que, a sus 58 años, sigue atrayendo la atención masiva y genera miles de millones de visitas al hablar sobre peleas. Tyson enfatizó su capacidad para llenar estadios y su sorpresa de que Jake Paul haya elegido enfrentarse a él en lugar de a otros.
El retorno de Tyson al centro de la atención pública también ha sido lucrativo financieramente. Después de su pelea con Roy Jones Jr. y sus negocios relacionados con cannabis, su patrimonio neto se estima en 10 millones de dólares. Aunque las cifras exactas del próximo combate aún no se conocen, se ha rumoreado un pago fijo de alrededor de 20 millones de dólares para Tyson.