En el puente del Alamar, en Tijuana, un mural de 900 metros captura el espíritu de lucha, gloria y legado de Julio César Chávez, la leyenda del boxeo mexicano. Este vibrante homenaje, encabezado por el artista Jorge Sánchez ‘Jofras’, no solo ilustra los momentos más icónicos de su carrera, sino que también celebra la profunda conexión de Chávez con una ciudad que siempre ha considerado su hogar: “Es mi segunda casa”.
Con visible emoción, Chávez expresó su gratitud al pueblo tijuanense durante la ceremonia de inauguración: «Tijuana me acogió cuando era un joven boxeador buscando oportunidades. Aquí di mis primeros pasos en el ring y siempre sentí el apoyo de su gente. Este mural no solo me pertenece a mí, pertenece a todos los que creyeron en mí desde el inicio.”
El mural, que forma parte del proyecto “100 murales para Tijuana” impulsado por el gobierno municipal, se ubica estratégicamente en el entronque entre la Vía Rápida Norte y el bulevar Manuel Jesús Clouthier, convirtiéndose en un punto de referencia visual y cultural para la ciudad.
El alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño, destacó la importancia del reconocimiento «Julio César Chávez no solo es un ícono del deporte, es un ejemplo de perseverancia y fortaleza. Este mural es un reflejo de su legado, que ha puesto el nombre de México en lo más alto a nivel mundial. Para nosotros es un honor rendir este tributo en vida.”
El mural, con detalles que combinan realismo y simbolismo, incluye escenas que recuerdan sus peleas más memorables, los cinturones de campeonato que conquistó y su inquebrantable espíritu en el ring. Es, en palabras del artista ‘Jofras’, “un retrato del campeón que inspiró a millones y una invitación a seguir luchando por nuestros sueños.”
Este homenaje no solo celebra sus logros deportivos, sino también la resiliencia de Chávez fuera del ring. El excampeón ha enfrentado desafíos personales con la misma valentía con la que se enfrentaba a sus rivales, convirtiéndose en un símbolo de superación y esperanza.
Para los tijuanenses, este mural es más que un reconocimiento: es un recordatorio de que, como Chávez, nunca deben rendirse. «Julio César Chávez no solo es un campeón en el boxeo, es un campeón de la vida,» expresó un residente local durante la inauguración. Con esta obra, Tijuana reafirma su lugar en la historia del boxeo y celebra a una de las figuras más queridas de México, un ídolo que, a través de su arte y su legado, seguirá inspirando a futuras generaciones.