Este domingo, el enfrentamiento entre los San Francisco 49ers y los Philadelphia Eagles promete ser más que un simple partido de temporada regular.
Diez meses después de su último encuentro, que culminó con una derrota amarga para los 49ers en la final de la Conferencia Nacional, ambos equipos se enfrentan nuevamente, añadiendo un nuevo capítulo a una rivalidad que ha ido en aumento.
Las lesiones en el codo del quarterback Brock Purdy marcaron el último enfrentamiento, dejando preguntas sin respuesta sobre qué hubiera sucedido si no se hubiera lesionado.
Ahora, con los dos equipos en un buen momento, la NFL finalmente presenciará la respuesta en el Lincoln Financial Field, donde los Eagles buscarán reafirmar su posición como el equipo a vencer en la Conferencia Nacional.
La rivalidad no se limita al campo de juego. Deebo Samuel, receptor de los 49ers, ha expresado abiertamente su disgusto hacia los Eagles, calificándolos como el rival que más odia.
Mientras tanto, Brandon Ayiuk los considera sumamente afortunados. Las tensiones son evidentes, y los 49ers buscarán redimirse del doloroso 31-7 que sufrieron la última vez.
Aunque las casas de apuestas colocan a los Eagles como favoritos por 2.5 puntos, el partido no es tan predecible.
La disponibilidad de Purdy, la sed de venganza de San Francisco y su racha de tres victorias consecutivas, donde promedian 30.6 puntos por juego, son factores a tener en cuenta.
Además, la sólida defensiva de los 49ers podría marcar la diferencia.
En una temporada donde ambos equipos aspiran al Super Bowl, este enfrentamiento es un paso crucial.
Aunque el defensive end de San Francisco, Nick Bosa, sostiene que el pasado quedó atrás, las declaraciones de jugadores como Haason Reddick de los Eagles sugieren que la rivalidad sigue viva.