El ala defensiva Myles Garrett ha asegurado su futuro con los Cleveland Browns tras firmar una extensión de contrato récord por cuatro años. Con un salario anual promedio de 40 millones de dólares y 122.8 millones garantizados, Garrett se convierte en el jugador mejor pagado de la NFL que no juega como quarterback, superando la marca establecida recientemente por Maxx Crosby, de los Raiders de Las Vegas.
El contrato total de Garrett alcanza los 204.8 millones de dólares, una cifra que no solo consolida su importancia en la defensiva de los Browns, sino que también establece un nuevo estándar para otros jugadores estrella de la liga. Figuras como Ja’Marr Chase, receptor de los Cincinnati Bengals, y Micah Parsons, ala defensiva de los Dallas Cowboys, podrían beneficiarse de este aumento en el mercado salarial, ya que sus respectivos equipos han manifestado la intención de negociar contratos de alto valor.
Garrett, quien fue elegido en la primera ronda del Draft de 2017, ha sido una pieza clave en la defensa de Cleveland. En la temporada pasada, registró 14 capturas y 22 tacleadas para pérdida, acumulando un total de 102.5 capturas en sus ocho temporadas con los Browns. Su desempeño lo llevó a ser nombrado Jugador Defensivo del Año en 2023 y ha sido seleccionado cuatro veces al equipo All-Pro.
A pesar de su impacto individual, Garrett solo ha disputado tres partidos de playoffs con los Browns, un equipo que sigue buscando mayor consistencia en postemporada. El mes pasado, el defensivo había solicitado un posible traspaso, pero la directiva de Cleveland dejó claro que no estaban dispuestos a dejar ir a una de sus estrellas más valiosas.
La renovación de Garrett representa un hito en la evolución de los salarios de la NFL y podría desencadenar una nueva ola de contratos multimillonarios para otros jugadores no quarterbacks. Por ahora, el ala defensiva de los Browns se mantiene en la cima, estableciendo un nuevo referente en la liga.