El enfrentamiento entre los 49ers y los Chiefs en el Super Bowl se caracterizó por un partido ajustado en términos de puntos, pero dejó un registro que quedará grabado en la historia del evento. Jake Moody, pateador de San Francisco, abrió el marcador con un gol de campo de 55 yardas, estableciendo así un nuevo récord en la era del Vince Lombardi.
Con un marcador de 3-0 a favor de la visita al inicio del segundo cuarto, el gol de campo de Moody rompió el empate y se convirtió en el más largo en la historia del Super Bowl, superando la marca anterior por una yarda.
Antes de este logro de Jake Moody, el gol de campo más largo en un Super Bowl había sido de 54 yardas, logrado por Steve Christie de los Buffalo Bills durante el Super Bowl XXVIII en 1994 contra los Cowboys.
Jake Moody, de 23 años, y reconocido como uno de los mejores pateadores de la nación durante su carrera universitaria en Michigan, fue seleccionado por San Francisco en la posición 99 del Draft de la NFL de 2023. Ese mismo año se convirtió en el titular de la posición en el equipo, y en la tarde del domingo 11 de febrero, dejó su huella en la historia del Super Bowl con este impresionante gol de campo.