París, la ciudad de la luz, fue testigo de otro brillante capítulo en la carrera del paranadador mexicano Ángel de Jesús Camacho, quien se colgó su segunda medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos 2024. En una vibrante competencia de 150 metros estilo combinado, categoría SM4, Camacho demostró que la perseverancia y el coraje pueden convertir cualquier adversidad en triunfo. Con un final épico, el mexicano superó al surcoreano Jo Giseong, arrebatándole el podio por apenas 16 décimas de segundo, con un tiempo final de 2:37.29 minutos.
La prueba fue un verdadero desafío para Camacho, quien desde el inicio mostró una férrea determinación. Los primeros 50 metros los nadó en estilo espalda, donde rápidamente se colocó en la segunda posición, dejando claro que no estaba dispuesto a ceder terreno fácilmente. Sin embargo, al cambiar al estilo pecho, las cosas se complicaron. Este tramo, que no es su especialidad, lo relegó a posiciones más bajas, encendiendo la alarma para sus seguidores, quienes desde las gradas y a través de las pantallas en México lo alentaban con fervor.
Pero la historia de Ángel de Jesús Camacho no es la de un nadador que se rinde fácilmente. Al encarar los últimos 50 metros, su especialidad en el estilo crol se convirtió en su arma secreta. Fue en ese instante donde su determinación y entrenamiento se fusionaron para darle el impulso necesario. “Ángel nunca se da por vencido, siempre lucha hasta el final. Esa es su esencia”, comentó su entrenador, quien lo ha acompañado desde sus inicios en el deporte.
En esos segundos cruciales, el mexicano apretó con todo su fuerza y alcanzó al surcoreano Jo Giseong, quien también peleaba por ese codiciado bronce. Fue una batalla frenética, pero la voluntad inquebrantable de Camacho lo llevó a tocar la pared apenas un instante antes que su rival, asegurándose así su lugar en el podio y sumando una nueva página de gloria a su carrera.
El oro fue para el ruso Roman Zhdanov, quien dominó la competencia con un impresionante tiempo de 2:23.03 minutos, mientras que la plata fue para el israelí Ami Omer Dadaon, con 2:30.50 minutos. A pesar de los impresionantes desempeños de sus rivales, el bronce de Camacho tiene un valor simbólico que va más allá del metal: representa la superación personal y el espíritu de lucha que caracteriza a los atletas paralímpicos.
Camacho ya había subido al podio unos días antes en la prueba de estilo libre, categoría S4, donde también se quedó con el bronce tras completar los 100 metros en 1:22.32 minutos. Este nuevo logro reafirma su estatus como uno de los nadadores más destacados de la delegación mexicana en París 2024. “Estas medallas son un sueño hecho realidad y una recompensa a todo el esfuerzo y sacrificio. Las dedico a mi familia, a México y a todas las personas que creen en mí”, declaró emocionado tras recibir su segunda presea.
No todos los resultados fueron tan favorables para la delegación mexicana, ya que Gustavo Ramón Sánchez, otro nadador destacado, culminó en la última posición de la misma prueba y fue descalificado, quedando su tiempo fuera de los registros oficiales. A pesar de este resultado, la participación de Camacho ha sido un gran aliciente para el equipo, motivando a sus compañeros a seguir adelante.
El camino de Ángel de Jesús Camacho en París 2024 es una inspiración no solo para los deportistas, sino para todos aquellos que enfrentan retos con valentía. Su historia es un recordatorio de que, en el deporte y en la vida, lo importante no es cómo se empieza, sino cómo se termina. Con cada brazada, Camacho no solo busca el triunfo personal, sino que lleva en su corazón a todo un país que lo aplaude y celebra su incansable espíritu de lucha.