La Máquina Cementera, uno de los clubes más emblemáticos del fútbol mexicano, enfrenta un nuevo capítulo de controversia tras la decisión de abrir una investigación interna contra su director deportivo, Iván Alonso. El motivo: una presunta irregularidad en las negociaciones para la salida del técnico Martín Anselmi hacia el Porto. Según medios portugueses, Alonso habría aceptado un acuerdo financiero por escrito que contradice las directrices de la directiva celeste.
De acuerdo con el contrato firmado por Anselmi, su cláusula de rescisión establece que su salida anticipada podría concretarse mediante un pago de cinco millones de dólares. Sin embargo, una excepción permite reducir esta cifra a tres millones si el comprador pertenece a un club clasificado como “Clase A”. Este detalle fue clave en el conflicto, ya que, según las declaraciones del presidente del Cruz Azul, Víctor Velázquez, los Dragones no cumplen con dicha categoría. Por lo tanto, el club mexicano exigía el pago completo de cinco millones.
El problema surgió cuando el Diario Récord de Portugal informó que Alonso habría firmado un acuerdo aceptando la oferta reducida de tres millones de dólares presentada por el Porto, a pesar de la postura oficial de la institución. Este documento, que presuntamente prueba el consentimiento del directivo, dejó al Cruz Azul en una posición comprometida en caso de que el conflicto llegue a instancias como la FIFA.
Otro detalle que agrava la situación es que, tras enviar el acuerdo por escrito, Alonso desapareció y dejó sin respuesta las solicitudes de confirmación por parte del club portugués. Según los reportes, los contactos para el acuerdo se realizaron a través de los representantes de Anselmi, quienes están autorizados a intermediar en las negociaciones, pero no a firmar términos definitivos en nombre de Cruz Azul.
El presidente del club, Víctor Velázquez, ordenó una investigación interna para determinar si Iván Alonso actuó fuera de sus funciones al gestionar cuestiones económicas que corresponden exclusivamente al área legal de la institución. En caso de confirmarse esta irregularidad, la directiva podría enfrentar serias consecuencias, incluyendo la obligación de aceptar una menor compensación por la rescisión de Anselmi.
La controversia continúa y amenaza con escalar a nivel internacional. Si se confirma la firma del acuerdo por parte de Alonso, Cruz Azul podría estar atado a aceptar los tres millones de dólares como pago definitivo. Además, este caso podría derivar en repercusiones legales y afectar la reputación de la institución.