Shai Gilgeous-Alexander convirtió un gesto entre amigos en una promesa real. El base estrella del Oklahoma City Thunder, recientemente coronado como Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA, sorprendió a sus compañeros regalándoles relojes Rolex valorados en 17 mil dólares cada uno. La escena fue sencilla, pero simbólica: una caja envuelta en celofán, y dentro, un detalle que marcó la temporada.
La idea nació en tono de broma un año atrás, cuando Jalen Williams le preguntó en el autobús del equipo: “¿Qué nos vas a regalar cuando ganes el MVP?”. En medio de la risa, se habló de relojes, porque a muchos del equipo les gustan. “¿A quién no le gustan los relojes?”, comentó Shai, recordando el momento.
La conversación se convirtió en compromiso. Y el compromiso, en un lujo compartido. Shai, fiel a su palabra, cumplió. “Dije que sí, lo cual fue una tontería por mi parte. Pero a medida que me acercaba a la meta, pensé: ‘Un momento, de verdad tengo que hacer lo que dije que iba a hacer’. Así que lo hice realidad”, explicó entre risas el base canadiense.
Para Gilgeous-Alexander, el reconocimiento individual no es solo un logro personal. “Preferiría tener el MVP antes que un Rolex todos los días de la semana. Y sin ellos no tendría el MVP, así que esto es, en lo más mínimo, lo que se merecen”, declaró, señalando la importancia de sus compañeros en la histórica temporada del Thunder, que aún continúa con vida en las Finales de la Conferencia Oeste.
Pero el premio al mejor jugador de la NBA no solo trajo relojes. Trajo emociones. El discurso de Shai al recibir el galardón fue intenso y honesto, especialmente al momento de hablar de su esposa, Hailey Summers.
El jugador, habitualmente sereno en público, no contuvo las lágrimas. “Perdón, soy tan dramático”, dijo entre pausas mientras intentaba hablar. Luego, dedicó palabras profundas: “Hailey Summers, gracias por todo lo que eres para mí, para nuestro hijo, Aries. Fuiste la primera persona que me mostró lo que realmente significa el amor. Lo que realmente significa el sacrificio”.
Además agregó: “Estoy deseando pasar el resto de este viaje llamado vida contigo. Así que gracias por todo. No sería el hombre que soy, no sería el jugador que soy, no sería el padre que soy sin ti”, así concluyó con voz entrecortada.