El domingo, Rory McIlroy conquistó el Clásico del Desierto de Dubái por cuarta vez al superar a Cameron Young al comienzo de la ronda final y luego mantener a raya a Adrian Meronk por un solo golpe.
McIlroy cerró su participación con una tarjeta de 70 golpes, dos bajo par, asegurando así la retención del título en el torneo que ganó por primera vez en 2009 y que suma a su impresionante lista de triunfos en su carrera.
Iniciando el viernes con una desventaja de 11 golpes detrás de Young, el golfista logró remontar con maestría al realizar birdies, tirar 63 el sábado y, finalmente, borrar la ventaja de dos golpes del estadounidense después de seis hoyos el domingo.
A pesar de liderar por tres golpes en la vuelta, tras birdies en los hoyos 8 y 9, McIlroy enfrentó la presión de Meronk, quien realizó cuatro birdies en sus últimos nueve hoyos. «Aguanté lo mejor que pude y, afortunadamente, nadie en la parte superior de la tabla de clasificación tuvo una gran actuación», comentó McIlroy.
El jugador número 2 del mundo descendió a la posición 18, manteniéndose en el liderato por un solo golpe y cerrando con un par de 14 bajo par en general. Meronk (71) se ubicó en el segundo lugar, mientras que Young ocupó el tercer puesto.
Con esta victoria, el norirlandés inicia su preparación para el Masters, donde aspira a obtener un Grand Slam después de 10 años de su última conquista en este prestigioso torneo.