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septiembre 08, 2024

«Bajo el cielo de París” se clausuran los Juegos Olímpicos de París 2024 muy “a mi manera”

«Bajo el cielo de París” se clausuran los Juegos Olímpicos de París 2024 muy “a mi manera”

La atmósfera en el Stade de France en Saint-Denis era mágica. Bajo el cielo estrellado de París, miles de espectadores se preparaban para despedir unos Juegos Olímpicos que habían dejado una marca imborrable en la historia del deporte. La ceremonia de clausura comenzó con una emotiva interpretación de Zaho de Sagazan, quien cautivó al público con su versión de la icónica canción «Sous le Ciel de Paris» (Bajo el cielo de París). Este tema, originalmente compuesto para la película de 1951 del mismo nombre y popularizado por Edith Piaf, resonó con fuerza en los corazones de los presentes, evocando la esencia misma de la ciudad anfitriona.

Zaho de Sagazan, quien ya había ganado notoriedad internacional tras su impresionante interpretación de «Modern Love» de David Bowie en el Festival de Cannes a principios de año, reafirmó su estatus como una de las voces más prometedoras de la música contemporánea. Con su poderosa voz y su presencia escénica magnética, abrió la noche con una interpretación que muchos describieron como «mágica y profundamente conmovedora».

La atención del público luego se centró en Léon Marchand, el prodigio francés de la natación, quien hizo su entrada triunfal en la ceremonia. Vestido con un elegante traje negro, Marchand, quien se había convertido en el héroe local al ganar cuatro medallas de oro en la piscina, se acercó al Caldero Olímpico. Su figura imponente y su caminar seguro reflejaban el orgullo y la satisfacción de haber representado a su país de manera ejemplar. Los aplausos resonaron en todo el estadio mientras el nadador se preparaba para uno de los momentos más simbólicos de la noche: el apagado de la llama olímpica.

El desfile de abanderados, un momento siempre emotivo en las ceremonias de clausura, añadió una capa más de solemnidad a la noche. Los atletas, que habían dado todo durante las últimas dos semanas, desfilaron con sus banderas entre los rugidos de la multitud. El estadio, transformado en un escenario futurista que recordaba al peñasco de la serie de Nickelodeon «Guts», se llenó de vida mientras los atletas y voluntarios caminaban entre las grietas y valles del decorado, saludando a los aficionados y celebrando juntos el cierre de unos Juegos inolvidables.

Uno de los momentos más destacados de la noche fue la entrega de medallas en maratón femenino. Safin Hassan, de los Países Bajos, quien había ganado el oro en una emocionante carrera esa misma mañana, subió al podio con una sonrisa radiante. Levantó los brazos mientras sonaba el himno de su país, recibiendo los aplausos del público y de sus compañeras, la etíope Tigst Assefa, medallista de plata, y la keniana Hellen Obiri, quien se llevó el bronce.

Las luces del Stade de France se apagaron de repente, dando paso a un espectáculo de luces y música que dejó a todos sin aliento. Las linternas de los teléfonos móviles se encendieron por todo el estadio, creando un mar de luces que acompañó la aparición de una figura dorada flotando desde el techo. La figura, una representación de un mapamundi, descendió lentamente mientras un pianista, suspendido en cables, tocaba una melodía que resonó en cada rincón del estadio. Acompañado por la voz de un cantante, el pianista interpretó una pieza que parecía desafiar la gravedad, mientras los bailarines empujaban los gigantescos anillos olímpicos para colocarlos en su posición final.

La banda francesa Phoenix subió al escenario para interpretar su éxito «Lisztomania», y en ese momento, los atletas se dejaron llevar por la música, ignorando la solicitud de despejar el escenario. La mayoría se congregó alrededor de la banda, bailando y ondeando sus banderas, mientras otros simplemente disfrutaban del momento, celebrando la culminación de su esfuerzo y dedicación.

La transición hacia los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 se realizó de manera espectacular, con la aparición sorpresa de la estrella de Hollywood, Tom Cruise, en lo alto del Stade de France. Descendiendo por un cable hasta el escenario, Cruise saludó a los atletas y se despidió del público parisino antes de dar paso a un emocionante abrebocas de lo que serán los Juegos en la Ciudad de los Ángeles.

Los Red Hot Chili Peppers y Billie Eilish, actuando en Venice Beach como parte de la ceremonia de entrega de premios, marcaron el tono de lo que será una edición californiana inolvidable. La bandera olímpica, que fue transportada simbólicamente desde París hasta Los Ángeles por figuras como Tom Cruise y Michael Johnson, llegó finalmente a su destino, sellando el final de unos Juegos que quedarán grabados en la memoria colectiva.

La llama olímpica, llevada al Stade de France por el héroe local Léon Marchand, se apagó, y el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, declaró oficialmente clausurados los Juegos Olímpicos de París 2024. La noche concluyó con la interpretación de «My Way» por la artista francesa Yseult, una canción que simboliza el profundo vínculo entre Francia y Estados Unidos, y que cerró con broche de oro una ceremonia que será recordada como una de las más emotivas y espectaculares en la historia de los Juegos Olímpicos.