Matías Grande firmó una actuación estelar en la Copa del Mundo de tiro con arco celebrada en Shanghái, China, al colgarse la medalla de plata en la prueba individual de arco recurvo. Con apenas la segunda etapa del calendario en marcha, el mexicano ya se posiciona como una de las revelaciones más sólidas del circuito internacional.
El arquero nacional avanzó con firmeza desde la séptima posición del ranking inicial, demostrando que no hay sitio fijo cuando se trata de talento y determinación. Su camino hacia el podio fue una sucesión de victorias contundentes, que encendieron el entusiasmo de la afición mexicana.
En su primera ronda, Matías eliminó al suizo Thomas Rufer con un claro 7-1. Luego, dejó fuera al representante de Bangladesh, Abdur Rahman Alif, por 7-3. Cada enfrentamiento mostraba una versión más afinada del mexicano, quien no aflojó el paso en las etapas posteriores.
En la tercera ronda superó al brasileño Marcus D’Almeida, también con un marcador dominante de 7-1. En Cuartos de Final repitió ese mismo marcador contra Willem Bakker, de Países Bajos, confirmando su nivel ascendente. En Semifinales se impuso por 7-3 al francés Baptiste Addis, asegurando un lugar en la gran Final.
El último duelo fue contra una leyenda del arco: el surcoreano Kim Woojin, cinco veces campeón olímpico, quien impuso su experiencia y precisión para llevarse la victoria por 7-1. Sin embargo, el resultado no opacó el brillante desempeño de Matías, que sumó su primera presea en la temporada y dejó claro que está listo para competir al más alto nivel.
Esta plata no solo representa un logro individual, sino un impulso al tiro con arco mexicano, disciplina que ha crecido en resultados y proyección durante los últimos años. Matías Grande se une a la nueva generación de atletas que llevan la bandera nacional al podio en competencias internacionales, ganando el respeto de sus rivales y el reconocimiento de la comunidad deportiva.
Con el calendario apenas en desarrollo, lo conseguido en Shanghái marca un antes y un después en su carrera. La mirada de los expertos ya está puesta sobre él, mientras los reflectores del mundo apuntan a su siguiente paso. El nombre de Matías Grande resuena con fuerza. En cada flecha lanzada en China, llevó precisión, temple y la determinación de quien apunta alto. Y esta vez, acertó de lleno.